La infraestructura educativa, uno de los temas priorizados en el presupuesto general para 2023 por el Gobierno nacional, es fundamental para mejorar la calidad y prevenir la deserción escolar, así quedó evidenciado en el segundo Foro de Educación: Infraestructura escolar, voces que construyen oportunidades, realizado recientemente por la Fundación Barco en alianza con la escuela de Gobierno de la Universidad de los Andes.
Durante el espacio en el que participaron expertos internacionales y nacionales se evidenció la relación directa entre las condiciones de la infraestructura escolar y los aprendizajes de niños, niñas y adolescentes. Se analizaron igualmente las características que debe tener dicha infraestructura para que sea pertinente, atienda a las necesidades de los docentes y favorezca los procesos de aprendizaje de los estudiantes.
De acuerdo con Peter Barret, Investigador honorario en el Departamento de Educación de la Universidad de Oxford, “las inversiones para escuelas públicas deben hacerse a largo plazo para ver los resultados. Las instalaciones deben entre otros, garantizar seguridad a los menores al tiempo que propicien espacios aptos para la construcción del conocimiento a partir de la experiencia. Es importante que las escuelas ofrezcan aulas multifuncionales. La participación de los alumnos en el diseño de los espacios, y una buena ventilación y temperatura son factores clave para el proceso de aprendizaje. La infraestructura escolar, las condiciones de los servicios sanitarios y el acceso al agua entre otros, son factores que no solo impactan a los estudiantes, también se ven reflejados en los docentes. El mejoramiento de estos favorecerá el buen desempeño y el sentido de pertenencia, entre otros”.
Para sumar al debate, la Fundación Barco, realizó un sondeo a 266 estudiantes de colegios oficiales quienes hablaron sobre la percepción de sus espacios escolares. Se evidenció que en las zonas urbanas los menores consideran que la infraestructura de sus instituciones educativas es buena, mientras en las zonas rurales la percepción es más negativa. La mala opinión de los estudiantes sobre la infraestructura de sus colegios va en aumento en la medida en la que avanzan en su nivel escolar y ciclo de desarrollo. “Es indispensable realizar un trabajo conjunto que nos permita garantizar espacios de aprendizaje confortables y seguros en Colombia”, destacó Alfonso Otoya Mejía Director General de la Fundación Barco.
En cuanto a temas de seguridad en el trayecto del hogar hacia las escuelas y colegios, el sondeo dejó ver que hay una mayor percepción de inseguridad entre los estudiantes en las áreas rurales (14.8%), en primer lugar, por condiciones naturales riesgosas y, en segundo lugar, por personas que los hacen sentir amenazados o temerosos. Mientras en las zonas urbanas, los estudiantes consultados se sienten más seguros: solo el 7.14%, siente temor. Los lugares que más les gustan a los estudiantes también son aquellos en los que se sienten protegidos.
Los baños son los espacios que menos les gustan y en los que más inseguros se sienten. La percepción de inseguridad va en ascenso, mientras que en 5 grado se percibe la inseguridad en un 37%, en undécimo se percibe en un 76%. Los estudiantes de zonas rurales están menos satisfechos con sus espacios de aprendizaje que los de las zonas urbanas (24,5% vs 42,8%).
La mayoría de los encuestados aseguró que es necesario poder contar con espacios “no académicos” que les permitan desarrollar y fortalecer sus talentos. También mencionaron la importancia de poder tener laboratorios y zonas para recreación y deporte.
Los resultados del sondeo de la Fundación Barco con estudiantes de instituciones educativas rurales y urbanas lo puedes ver aquí.
Reino Tapaninen, consultor en arquitectura escolar de Finlandia, quien hizo parte del Foro y cuenta con más de 25 años de experiencia al servicio de la Agencia Nacional de Educación de Finlandia (EDUFI) resaltó que “los entornos escolares deben ofrecer oportunidades y garantizar espacios que favorezcan el aprendizaje, al tiempo que motiven e incentiven en todos los niveles el deseo de aprender y el crecimiento y desarrollo intelectivo y emocional de los alumnos”.
Por su parte, Maria Alejandra Grebe, Consultora y Ex Directora de Educación Pública del Ministerio de Educación de Chile, resaltó que: “la única forma de poder avanzar y mejorar con lo que ocurre en nuestras escuelas y colegios es tener una mirada integral. Todo afecta a nuestros niños niñas y adolescentes. Tenemos que avanzar de la mano, la arquitectura necesita de la pedagogía y la pedagogía necesita de la arquitectura y el diseño. Los procesos educativos son a largo plazo. No podemos cada cuatro años cambiar los focos. La políticas educativas deben estar a nivel macro. En Chile, estamos iniciando una reforma en educación y un cambio estructural en la forma de gestionar la educación pública, con nuevos lineamientos y estructura. Creando nuevos espacios que permitan alcanzar la igualdad y la equidad en educación. Tengamos en cuenta que hay una relación directa entre el aprendizaje y el diseño de las aulas. Deben estar bien diseñadas y al tiempo ser multifuncionales y confortables. Todos los espacios deben estar al servicio del aprendizaje. La infraestructura debe motivar e incentivar la permanencia escolar”.
El Foro liderado por la Fundación Barco y al que se conectaron, vía streaming, más de 1.300 personas, estuvo dirigido al Gobierno Nacional, gobiernos locales, organismos de cooperación internacional, organizaciones no gubernamentales, estudiantes, docentes, directivos docentes, academia, padres de familia, sector privado, gremios y público internacional.
Para conocer más sobre los temas abordados en el Foro, así como registro fotográfico y la grabación del evento ingresa a www.foroeducacionfundacionbarco.org
